Infolinks In Text Ads

.

Enter your email address:

Delivered by FeedBurner

.

GOTICO

↑ Grab this Headline Animator

Creative Commons License Esta obra es publicada bajo una licencia Creative Commons. PELICULAS PELICULAS on line JUEGOS BEN 10 VIDEOS + DIVERTIDOS LA BELLA SUDAFRICA RINCONES DEL MUNDO COSMO ENLACES DIRECTORIO PLANETARIO CREPUSCULO CORTOS DE CINE SALIENDO DEL CINE SERIES Carro barato japon Cursos first certificate en bilbao
INFOGRAFIA ESTORES ALQUILER DE AUTOS EN LIMA HURONES POSICIONAMIENTO WEB ¡Gana Dinero con MePagan.com! Herbalife Amarres de amor Union de parejas Desarrollo de software a medida Bolas chinas Comprar en china Amarres de Amor Hosting Peru Noticias Anime Actualidad de cine Ver peliculas

Las tres leyes robóticas 1. Un robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un ser humano sufra daño. 2. Un robot debe obedecer las órdenes que le son dadas por un ser humano, excepto cuando estas órdenes están en oposición con la primera Ley. 3. Un robot debe proteger su propia existencia, hasta donde esta protección no esté en conflicto con la primera o segunda Leyes. Manual de Robótica 1 edición, año 2058

-

-

.

-

Seguidores

sábado, 26 de junio de 2010

EL SCIFI DE HARRY HARRISON -- Los malvados huyen






Los malvados huyen

Harry Harrison







—Vino rosso, un mezzo.


El vino tenia un sabor acre y denso que traía reminiscencias del polvo que se levantaba de la calle sin pavimentar, allí, fuera de la diminuta taberna. Vini e Bebite, decía el cartel cintado toscamente sobre la puerta. Vino y bebidas. El vino, de la cosecha local, las bebidas. Ponzoñosos brebajes coloreados en botellas de vidrios arañados. Fuera el sol brillaba restallante sobre las blanqueadas paredes de las casas. Birbante vació el vaso y lo llenó nuevamente con la botella de medio litro. Valiente, dijo, y el dueño, sacándole brillo a un vaso, y con el rostro sombrío sumido en una expresión de depresión constante, gruñó una respuesta que podría haber sido de asentimiento. Los tres hombres que se encorvaban sobre la pequeña mesa junto a la pared tenían la atención concentrada en el ajado mazo de cartas, extrañamente dibujadas, con las que jugaban.


Chiomonte era como cualquier otro pequeño pueblo italiano alejado de los caminos principales. Un solo camino, que también era la calle principal, conducía a él. Un pueblo aislado receloso de los extraños, la mente de sus habitantes tan bloqueada para el mundo exterior como bloqueado estaba el valle por las montañas que lo rodeaban. Golpeado por la pobreza, sin atractivos, no era lugar donde alguien pudiera detenerse más que por unos pocos minutos. Pero Birbante tenía buenos motivos para estar allí; él podía estar en cualquier lugar. Tomó un poco más de vino y luego, con la mano extendida sobre el mostrador, miró su reloj. Era casi mediodía. Cuando lo rozó con la punta del dedo el cuadrante se hizo transparente, revelando la presencia de otros cuadrantes y de un indicador con luces de colores. Nada había cambiado. Narciso no estaba cerca.


Sin embargo, no podía estar lejos. Los instrumentos que guardaba en el coche—el reloj era tan sólo un repetidor—se lo decían. Además, casi podía sentir su presencia; una facultad que había desarrollado después de años de perseguir a aquellos que no deseaban ser encontrados. Narciso había ganado más distancia que cualquier otro y había estado en libertad mucho más tiempo, pero eso no importaba. Birbante nunca había fracasado. No fracasaría ahora, con la ayuda de Cristo. Con los dedos rozó el bulto bajo su camisa, el crucifijo que allí colgaba. Encontraría a Narciso.


—Quisiera llevarme un litro de esto.


El dueño de la taberna lo miró de arriba a abajo con disgusto, como si el pedido fuera algo insólito.


—¿Tiene una botella?


—No, no tengo una botella —respondió Birbante con paciencia.


—Creo que aquí tengo una. Tendrá que pagar un depósito de cincuenta liras.


Birbante hizo un fatigado gesto de aceptación ante el pequeño hurto y luego se dedicó a observar mientras desde la trastienda surgía una botella polvorienta. Alguien la lavó con descuido bajo el grifo y luego, con un estropeado embudo, la llenó con el vino de una gran damajuana cubierta de mimbre. Fue coronada con un corcho ennegrecido. Birbante desparramó algunas monedas sobre el mostrador manchado y, cuando el dueño se extendió para alcanzarlas, le colocó a su lado una fotografía en colores.


—¿Conoce a este hombre?—preguntó.


El dueño recogió las monedas, una por una, ignorando al hombre de la fotografía, adusto, de cabello negro, corto e hirsuto y transparentes ojos azules.


—Mi primo —dijo Birbante—. Hace años que no lo veo. He oído que está por aquí cerca. Murió un tío, le dejó algo de dinero, no mucho, pero sé que querrá tenerlo. A cualquiera le viene bien el dinero. ¿No sabe dónde

está?


Mientras hablaba, Birbante sacó disimuladamente un arrollado billete de diez mil liras del bolsillo de su camisa, lo desplegó lentamente sobre el mostrador y lo dejó allí. El dueño miró el billete, luego a Birbante, quien pudo sentir que la mirada de los jugadores también estaba sobre él.


—No lo vi nunca.


—Es una lástima. Hay dinero de por medio.


Birbante plegó el billete, lo introdujo nuevamente en el bolsillo, tomó la botella y se marchó. El sol quemaba con una presión casi física; hurgó en el bolsillo del pantalón en busca de las gafas de sol y se las puso. Esa gente no se traicionaba. Si consideraban a Narciso como a uno de ellos, nunca lo delatarían ante un extraño. Es decir, no directamente.


El rojo brillante del convertible Alfa Romeo era el único toque de color en la calle blanqueada. Birbante empujó el vino debajo del asiento para que estuviera a la sombra y atravesó el sendero de guijarros desparejos hacia la oscura entrada de lo que parecía ser un almacén. No tenía letrero ni vidriera y tampoco los necesitaba; cualquiera en el pueblo sabría que ese era el almacén. Junto a la puerta había un lío de cuerdas y en la entrada colgaban algunas ristras de pimientos rojos. Birbante se abrió paso y pestañeó en la penumbra del interior. La mujer, vestida de negro, tenia el mismo aspecto sombrío e informe que la mercadería. No le devolvió el saludo y en silencio reunió los artículos que había pedido. Una horma de queso y una pequeña rodaja de pan de corteza gruesa. Los barriles de aceitunas despedían un olor a rancio y Bilbante los rechazó. Todo el tiempo permaneció en donde pudiera controlar la puerta de la taberna.


Uno de los viejos jugadores salió y se alejó dificultosamente calle abajo.


Era un buen augurio. Si Narciso estaba cerca y se informaba de su presencia, la cacería estaba a punto de concluir. El detector no era muy fiel en distancias cortas y sólo podía decirle que el hombre que buscaba estaba en algún lugar en un radio de diez a veinte kilómetros. Pero si Narciso sabía que le estaban buscando, la situación cambiaría radicalmente. Se sentiría atemorizado, inquieto, desdichado, poseído por alguna emoción violenta. Cuando eso ocurriera el detector, templado según el modelo neurológico de su cerebro, lo detectaría inmediatamente. Birbante miraba hacia adelante mientras regresaba al coche. pero cuando se sentó pudo observar en el espejo la calle que se extendía detrás. El viejo miró en dirección a él una vez y luego entró en una de las casas. Birbante colocó las provisiones debajo del asiento, junto al vino, y puso el motor en marcha. Hizo estos movimientos tan lentamente como le fue posible y fue recompensado por la aparición de un muchachito que salió de la misma puerta por la que había entrado el hombre. El muchacho pasó junto al coche corriendo, manteniendo la vista al frente.


Algo imposible, pensó Birbante, y el coche arrancó. Ningún muchacho italiano, cualquiera fuera su edad, podía pasar junto a un lustroso automóvil rojo como ése sin examinarlo de parachoques a parachoques. El muchacho llevaba un mensaje y el mensaje se refería a él. Narciso no podía estar lejos. Retrocedió por una callejuela angosta y giró para regresar hacia donde había partido. Lejos del muchacho. Sus instrumentos le dirían todo lo que necesitaba saber.


A medida que bordeaba el Valle, el camino se volvía zigzagueante; en uno de los recodos había descubierto un ancho espacio sombreado por algunos árboles. Se dirigió hacia allí y estacionó. Con el motor apagado, el placentero silencio sólo era interrumpido por el zumbido distante de los insectos. El valle se abría ante él, con tonos grises y pardos en su mayoría; los ralos campos verdes se extendían a ambos lados del pueblo. Chiomonte mismo lucía mucho mejor a esa distancia, con la rosada cúpula de su iglesia elevándose por encima de los edificios blancos. La pobreza y la suciedad no eran visibles. El suelo había sido pobre desde un principio y ahora estaba agostado por siglos de agricultura intensiva. Birbante bebió un buen trago de vino, cortó algunos trozos de pan y usó su cuchillo de bolsillo para cubrirlo con abundante queso. El pan estaba crujiente, el queso fuerte, una simple comida de campesino que le hizo recordar las montañas toscanas de su niñez. Parecía que Italia nunca iba a cambiar, dormitando en las tibias tardes de los siglos, bajo el suave tañido de miles y miles de campanas de iglesia, como aquellas que ahora repicaban a distancia. Ese mundo de fe yacía en la mano de Dios, los valles, aquellos surcos...


Con fogonazos agonizantes, el viejo autobús se acercaba por el camino, emitiendo chirridos de protesta cada vez que tomaba una curva. Para aumentar la afrenta, el conductor, apretado contra el volante como una araña, hizo sonar una penetrante bocina que destrozó la paz silenciosa de un momento antes.


Azorado, Birbante sacudió un puño a la parte trasera del autobús y maldijo mentalmente a su conductor. Sólo cuando se hubo aquietado con algo de vino, sólo entonces, se dio cuenta de qué manera se había permitido perder el control. ¡Había maldecido a ese hombre desconocido, a ese pobre hombre! El pensamiento fue tan eficaz como el hecho. Mientras luchaba con el tablero del automóvil sintió que el rostro se le cubría con un sudor que no tenia relación alguna con el calor. Tomando el pesado rosario de plata lo atrajo hacia sí y pidió perdón a Dios y al mismo tiempo Le suplicó que ignorara las blasfemias pronunciadas en un momento de cólera, pues en realidad no significaban nada. Y también entenderlo y perdonarlo porque era un ser humano y un cuerpo débil. Las plegarias lo calmaron y entonces descubrió que ese trabajo le estaba costando grandes sufrimientos, especialmente la última investigación que le habían asignado. Cuando regresara con Narciso les pediría a sus superiores una tregua, al menos un año, en algún apartado monasterio de montaña. Ellos se lo permitirían, ellos conocerían las presiones bajo las cuales debía trabajar.


Hacía tiempo que la aguja del cuadrante oscilaba requiriendo su atención; finalmente Birbante lo advirtió. Había estado tan inmerso en sus propios problemas que había olvidado su trabajo. La lección era clara: sus propios padecimientos y penurias debían volver a su lugar, así como la comida y el vino. Un poco de ayuno y abstinencia le harían bien. Más tranquilo, hizo minuciosos ajustes en los controles y lanzó una mirada de reojo a las agujas.


"Estás allí, Narciso, no lejos de mí y tan temeroso como yo de la justicia de Dios. Estamos en Sus manos y yo voy a ayudarte."


El coche arrancó e inmediatamente se deslizó a gran velocidad camino abajo. Birbante controló su entusiasmo y disminuyó la marcha. La cacería había sido larga y unos pocos minutos no harían ninguna diferencia. Cuando el camino se convirtió en una recta entre los campos que precedían al pueblo, enfiló hacia un costado y controló nuevamente sus instrumentos. Una reacción violenta, continua, siempre hacia adelante. Te estoy buscando, Narciso.


Algunas sombras se habían alargado; era el único cambio en Chiomonte desde que él se alejara, horas antes. Ahora conducía lentamente a través del pueblo manteniéndose en el centro del camino y controlando las agujas con sumo cuidado. Habría una intensa oscilación cuando pasara junto a Narciso y entonces sabría dónde se hallaba e inmediatamente después lo habría capturado. Con la ayuda de Dios. Palpó la cruz a través de la camisa; las agujas no se movieron.


Entonces las casas quedaron atrás y empezó la campiña, altos viñedos polvorientos apretándose junto al camino. Su presa debía de estar en las afueras del pueblo, en alguna de las granjas solitarias. A cada instante la señal se hacía más débil y pronto perdería la definida precisión que necesitaba; todavía apuntaba hacia adelante, hacia el vacío que se precipitaba camino abajo. Birbante sintió un súbito indicio de temor y apretó a fondo el acelerador. No, así no. Para encontrar a su presa se necesitaba raciocinio, no pánico. Detuvo el coche e hizo algunos ajustes precisos. Nada. Pero tenia que haber algo. Frustrado, dio pequeños golpes sobre el tablero como si pudiera hacerlo vibrar para obtener la información que buscaba; entonces estalló en una carcajada.


"Tan simple, realmente". Puso el coche en marcha una vez más. "El autobús. Recibió la advertencia y huyó subiendo a aquel autobús. Eso es todo. El fin de nuestro viaje ya está cerca, Narciso."


Ahora el Alfa Romeo se desplazaba a gran velocidad. Manejaba bien y rápido, devorando las rectas, deslizándose en las curvas. En un minuto divisó el autobús y la nube de polvo que dejaba a su paso. Birbante frenó bruscamente y disminuyó la velocidad, situándose detrás del vehículo, controlando sus instrumentos. Sería un poco embarazoso hacer bajar al hombre de un autobús repleto, pero era posible hacerlo sin provocar demasiada confusión. Finalmente, no hubo necesidad. Al tomar una curva, tan cerca del autobús que podía ver las siluetas en las ventanillas de atrás, sus agujas se agitaron, cambiaron de posición y Birbante frenó.


Narciso ahora iba a pie, por algún lugar a la derecha del camino; la señal de su cerebro perturbado permitía localizarlo con precisión; debía de haber visto el coche que lo perseguía. Lentamente, marcha atrás, retrocedió hasta que estuvo a la altura de un sendero rocoso y ondulante que se internaba en la campiña. Aquí. Subió por él, lentamente aún, pero a mayor velocidad que la que cualquiera podía alcanzar a pie o corriendo. En la cima de una loma, un hombre solitario estaba sentado sobre una roca junto al sendero, vestido con la rústica cazadora de los campesinos y apoyado en un bastón. Birbante redujo la velocidad para preguntarle si había visto pasar a alguien, pero cuando el hombre volvió el rostro hacia él permaneció en silencio.


Por un momento se contemplaron mutuamente. Luego Birbante apagó el motor del coche así como también los instrumentos ocultos.


—Tú eres Narciso Lupori.—No era una pregunta.


Narciso asintió con un movimiento de cabeza, los ojos azul pálido en singular contraste con la piel amarronada .


—Tienes ventaja sobre mi.


—Padre Birbante.


—Tendría que sentirme halagado, el más grande cazador de herejes.


—Si me conoces, entonces deberías saber que no estoy aquí para conversar contigo, ni para ayudarte, ni para mantener otra reunión anticristiana. Será todo mucho más fácil para ambos si entras en ese coche y regresas conmigo ahora.


—Paciencia, Birbante, paciencia. Aún el criminal condenado tiene un momento para pensar, una última comida. Hasta nuestro Salvador tuvo una última cena.


—En tus labios Su nombre es una blasfemia. Vendrás conmigo y esto es el final de todo.


—¿Lo es? —Narciso sonrió, aunque parecía no tener muchos motivos—. ¿Qué harás conmigo si me niego? ¿Matarme?


Birbante suspiró y tomó un instrumento que estaba en el asiento de al lado.


—Sabes que no matamos a nadie. Somos cristianos en un mundo cristiano y trabajamos con amor para elevar a las criaturas que nos rodean. Este instrumento te apresará y entonces yo me veré forzado a llevarte conmigo aunque opongas resistencia.


Birbante levantó el objeto, un tubo de plástico negro con un asa y botones en un extremo, decorado con gusto con un serafín dorado, y apuntó a Narciso.


Se oyó un estallido violento y el vidrio de la ventanilla se hizo añicos y cayó sobre la tierra. Birbante miró la ventanilla destrozada y luego al objeto negro que Narciso tenia en la mano, el cual despedía un sinuoso hilo de humo.


—Tienes que reconocer esta pistola—dijo Narciso—. Has visto ilustraciones en los libros de historia. Puede perforarte con la misma facilidad con que perforó el coche. Ahora arroja ese penter en el asiento de atrás antes de que lo haga yo.


Birbante vaciló un momento, luego, cuando el arma estuvo a la altura de su cabeza, hizo lo que le habían ordenado. Se estremeció, pero permaneció en su lugar.


—No ganarás nada matándome. Yo estaré entre los santos y mártires y tú estarás todavía aquí, atrapado en este mundo imperfecto hasta que otros vengan a buscarte. No hay escapatoria. Arroja lejos de ti esa máquina diabólica y ven conmigo.


—No. Ahora apártate de ese coche para que no puedas cometer ninguna tontería y escúchame. Siéntate aquí para que podamos hablar. Ya puse la pistola a un lado.


—El Diablo todavía anda por este mundo —dijo Birbante, persignándose, mientras alisaba un parche de pasto seco antes de sentarse.


—Mucho mejor de lo que piensas. ¿No te sientes algo sorprendido al ver un arma como ésta, en esta época?


—Apenas. El año 1970 de Nuestro Señor es parte de nuestro oscuro pasado. Nada me sorprende.


—Tendrías que prestar más atención a nuestra historia. ¿No recibiste instrucciones sobre la era a la cual ibas a regresar?


—Suficientes. No somos los tontos que vosotros creéis en el Colegio de Inquisidores. Entre ambas eras hay sólo cuarenta y siete años. Vengo equipado; este coche es una réplica exacta de un modelo de la época.


—¡Ah! ¿Entonces lo trajiste contigo? Estaba por preguntarlo. Si conoces esta era tan perfectamente, sabes que es la Era de la Paz y que las Guerras Santas terminaron hace tiempo.


—Es verdad. Pero puesto que tienes esa arma, es evidente que hay pequeñas omisiones en los testimonios...


—¿O pías falsificaciones?


—¡Blasfemas!


—Por favor, discúlpame. Estoy tratando realmente de comunicarme contigo. Puesto que te han enviado tras de mí, supongo que sabes bastante acerca de mí, incluso por qué vine aquí.


—Así es. Eres el físico Narciso Lupori; en otros tiempos pertenecías a los Laboratorios del Vaticano en Castel Sant'Angelo. Eres un hombre de sorprendente inteligencia que tuvo en sus manos una gran responsabilidad, a pesar de no haber asumido el sacerdocio. Deberías haberlo hecho, y a causa de lo que has hecho las reglas serán más estrictas en el futuro. Nadie que no se haya ordenado en la Santa Iglesia tendrá tu responsabilidad. Fuiste tentado por algún demonio, por el Demonio y huiste a este lugar, y al pasado.


—¿Los sacerdotes pueden resistir mejor las adulaciones de Satán?


—¡Sin duda alguna!


—Y si te dijera que no hay ningún demonio, ningún Demonio detrás de mi, quizá ni Dios siquiera, en ninguna parte...


—¡Termina con esa blasfemia!


—Lo haré. Soy demasiado buen hijo de la iglesia como para decir en voz alta aún estas cosas que sé que son ciertas. Pero soy libre en otros aspectos, si es que no soy también libre de Él. Dudaba, por si quieres saber, dudaba de todo, y por eso estoy aquí. Dudaba de que el hombre tuviera la obligación de ser sumiso, de procrear y poblar la tierra y de destruir las llamadas formas inferiores de vida. Dudaba si existe algún designio divino detrás de la orden de que ciertos campos de investigación son intocables para siempre, toda el área de la Física .


—Dios lo dispuso así.


—No, lo siento, lo hicieron los hombres. Papas y cardenales. Hombres. Hombres que creen en una sola cosa y que decidieron que el resto del mundo debe atenerse a lo que ellos creen. Son dueños de un raciocinio sofocado, de poder, libertad, ambición y lo sustituyen todo con una nube gris de piadosa santidad.


—No puedes tocarme con esas palabras. Eres tú quien arderá para siempre en el infierno por decirlas. Ven conmigo. Arroja el arma. Regresa a aquellos que te ayudarán a purificar la mente.


—Aquellos que borrarán todo recuerdo, todo pensamiento original, dejándome como un vegetal para ser plantado con firmeza en tierra santa hasta que envejezca y muera. No. No voy a regresar contigo. Y tengo la extraña sensación de que tú tampoco vas a regresar.


—¿Qué estás diciendo?


—Exactamente eso. El futuro del que ambos vinimos no existe, no existirá. No en este mundo de este presente. ¿Por qué piensas que regresé tan lejos? Los primeros experimentos eran sólo tentativas; y nada parecía andar bien cuando intentamos investigar el pasado en algo más que unos pocos meses. Pensé que entendía, tenía una teoría que ahora sé que es correcta. Por eso usé el equipo que conseguí para remontarme al pasado a través de los años, solo, sin nada más que la ropa que llevaba sobre mis espaldas, arrugada y retorcida por el viaje. Encontré trabajo, suficiente para comer y sobrevivir y para examinar los libros. ¿Has oído hablar alguna vez del Rey Enrique VIII de Inglaterra?


—¿Por qué me preguntas eso, con que objeto? No soy un estudiante de historia secular.


—No es importante. Una figura menor de la historia, muerto a causa de una caída de caballo en el vigésimo año de su reinado. ¿Pero debes haber oído acerca de Martín Lutero?


—Por supuesto. Un clérigo alernán, más tarde un hereje y agitador. Murió en la prisión, no recuerdo el año.


—1515. Lo sé bien. Entonces, ¿que dirías si yo te dijera que Lutero no murió en prisión —no en este mundo— que por el contrario se expresó en contra de la Madre Iglesia en 1517 y encabezó un movimiento que dio origen a una nueva Iglesia?


—Una locura.


—Ya veremos. ¡Y el buen rey Enrique viviendo para fundar su propia iglesia! Yo también pensé que era una locura cuando lo leí por primera vez, pero una locura impetuosa, liberadora. Este mundo no es el paraíso... ¡lejos de ello! Pero la libertad todavía existe y los hombres trabajan por el bien de todos. Tendrás que aprender a gustar de él; tú también porque tú y yo estamos atrapados aquí. El futuro. tal como lo conocimos, no existe para nosotros ni existirá. Algo ha producido este cambio, quizá las alteraciones ocasionadas por nuestra penetración en el pasado sean la causa. Piensa Birbante perdiste por perseguirme, perdiste tu Iglesia y tu Dios, todo...


—¡Suficiente! ¡No sigas, mientes! —Birbante estaba de pie, las mejillas blancas. Narciso permanecía sentado, la cara retorcida en una sonrisa extraña.


—Te asusta, ¿no es verdad? ¿Si estás tan inquieto por qué no vas a ver? El gran transmisor temporal tiene que estar en el coche, pero tú tendrás el equipo de supervivencia sobre el cuerpo. Se le ordenó a todos los viajeros que los usaran. Ya no puedo hacer nada, no puedo escapar. Simplemente observa el dispositivo temporal y oprime el botón. Regresa a casa para ver cual de los dos está en lo cierto, luego vuelve aquí, una fracción de un instante después de tu partida. Yo estaré aquí, nada habrá cambiado. Excepto que tú conocerás la verdad.


Birbante estaba de pie, rígido, tratando de comprender, tratando de no creer. Narcico señaló la pistola silenciosamente? recordándole al otro la existencia de tales armas. Luego sacó del bolsillo un fragmento de un periódico, arrancado de la primera página de L’Osservatore, la publicación del Vaticano. A pesar suyo Birbante tuvo que leer los grandes titulares y mirar las ilustraciones. EL PAPA REZA POR LA PAZ, decía. PIDE A LOS HOMBRES DE TODAS LAS RELIGIONES QUE SE UNAN A ÉL EN UN DIA DE PLEGARIAS.


Profiriendo un grito áspero y sin palabras, el sacerdote le arrebató el papel y lo arrojó al suelo. Con el mismo movimiento sacó un instrumento de su bolsillo y tocó un botón.


Desapareció.


Narciso estaba sentado, los músculos rígidos, contando los segundos que transcurrían lentamente. Cuando boqueó en busca de aire se dio cuenta de que estaba conteniendo la respiración.


—¡Solo! —gritó, incorporándose de un salto—. No regresó. Soy libre. No regresó porque no puede regresar. Está en otro futuro, en otro pasado, Dios sabe dónde. No me preocupa. ¡Ya no tengo nada que temer de ellos! El acto de su partida me ha liberado de él para siempre.


Sacó el revólver del bolsillo, estremeciéndose con su contacto, y lo arrojó a gran distancia. ¡Cómo había practicado para apuntar y hacer fuego! Deseando que quienquiera que estuviese persiguiéndole jamás descubriera que él era tan incapaz de matar como ellos que habitaban otro tiempo y otro espacio. Con la yema de los dedos recorrió suavemente el reluciente guardabarros del automóvil.


Esto será mi fortuna y mi salvación. Puedo reproducir las celdas de la batería que lo alimenta e introducirlas aquí para reemplazar la infernal combustión de los motores que atormenta a esta gente. Si otros vinieran en mi búsqueda, incluso podría hacerlos desaparecer a través del tiempo. Aunque dudo que alguno tenga el valor de hacerlo cuando Birbante no aparezca.


Narciso se deslizó en el asiento y puso el motor en marcha, que susurró con silencioso poder.


"Entonces veré algo más que el pequeño rincón del mundo católico e italiano que conocí. Seré rico y viajaré. Aprenderé inglés e iré a las lejanas Américas donde gobiernan los ingleses y hablaré con los nobles mayas y aztecas en sus ciudades de oro. ¡Qué mundo maravilloso será este nuevo mundo!"


Puso los cambios, hizo girar el automóvil y lentamente desapareció de regreso, camino abajo.




No hay comentarios:

Publicar un comentario

http://www.wikio.es Peliculas add page Wikio juegos gratis Blogalaxia  Ruleta  Apuestas Deportivas  Juegos  Peliculas  Turismo Rural  Series Online juegos

.

enlaces

Archivo del blog

Etiquetas

scifi (103) philip k. dick (56) SCI-FI (52) relato (51) Isaac Asimov (42) poul anderson (35) ray bradbury (33) Arthur C. Clarke (29) SCI-FI SPECIAL (29) fredric brown (12) Harry Harrison (11) alfred bester (10) cuento (10) SPECIAL (9) Brian W. Aldiss (7) Issac Asimov (7) douglas adams (7) cronicas marcianas (6) relatos (6) serie (6) star trek (6) star wars (6) varios autores (6) Clark Ashton Smith (5) Crimen en Marte (5) Philip K. Dick. (5) al abismo de chicago (5) antes del eden (5) paradoja (5) 334 (4) Arthur C.Clarke (4) Frederik Pohl (4) Robert A. Heinlein (4) Robert Silverberg (4) Thomas M. Disch (4) YLLA (4) creador (4) david lake (4) el nuevo acelerador (4) fantasía (4) gitano (4) guardianes del tiempo (4) recopilacion (4) Asimov (3) Bob Shaw (3) Civilizaciones Extraterrestres (3) Domingo Santos (3) EL RUIDO DE UN TRUENO (3) Fritz Leiber (3) Gordon R. Dickson (3) H. G. WELLS (3) Herbert George Wells. (3) Jack Vance (3) REINOS OLVIDADOS (3) Richard Awlinson (3) Robert f. young (3) alba de saturno (3) brian aldiss (3) damon knight (3) el enemigo (3) h.g.wells (3) j.g. ballard (3) las naves del tiempo (3) seleccion (3) stephen baxter (3) 100 años (2) 1ªparte (2) 2ªparte (2) ACTO DE NOVEDADES (2) ALGO PARA NOSOTROS (2) Afuera (2) Alfonso Linares (2) BESTIARIO DE CIENCIA FICCION (2) BILL (2) C. S. Lewis (2) CALIDOSCOPIO (2) CELEPHAÏS (2) CENTINELA (2) CHICKAMAUGA (2) CIUDAD IMPLACABLE (2) CUANDO LA TIERRA ESTÉ MUERTA (2) CURA A MI HIJA (2) Cuentos (2) DELENDA EST... (2) DEUS IRAE (2) EL ASESINO (2) EL CENTINELA (2) EL HOMBRE BICENTENARIO (2) EL JOVEN ZAPHOD Y UN TRABAJO SEGURO (2) EL ULTIMO CONTINENTE (2) EL UNICO JUEGO ENTRE LOS HOMBRES (2) El proyecto Prometeo (2) El viaje más largo (2) Fuera de Aquí (2) Fundacion (2) H. P. LOVECRAFT (2) HEREJÍAS DEL DIOS INMENSO (2) HOMBRES y DRAGONES (2) IVAR JORGENSON (2) James Blish (2) John W. Campbell (2) Jr. (2) Juan G. Atienza (2) LAS DORADAS MANZANAS DEL SOL (2) LOS POSESOS (2) La Última Pregunta (2) MUTANTE (2) Masa Crítica (2) No habrá otro mañana (2) Norman Spinrad (2) OBRAS ESCOGIDAS (2) PREMIO HUGO (2) Podemos Recordarlo Todo por Usted (2) REFUGIADO (2) Robert Bloch (2) RÉQUIEM POR UN DIOS MORTAL (2) TEMPONAUTAS (2) ULTIMÁTUM A LA TIERRA (2) VALIENTE PARA SER REY (2) Valentina Zuravleva (2) WARD MOORE (2) ZOTHIQUE (2) algunas clases de vida (2) anochecer (2) antologia (2) avatar (2) belen (2) ciberpunk (2) csifi (2) cuentos cortos (2) el abismo del espaciotiempo (2) el astronauta muerto (2) el factor letal (2) el idolo oscuro (2) el joven zaphod (2) el orinal florido (2) el tiempo es el traidor (2) enlaces (2) entreprise (2) fantasia (2) frederick pohl (2) fundacion y tierra (2) guia del autoestopista galactico (2) howard fast (2) la clave (2) la guerra de las galaxias (2) la maquina del tiempo (2) la rata de acero inoxidable te necesita (2) los depredadores del mar (2) los espadachines de varnis (2) los superjuguetes duran todo el verano (2) lovecraft (2) minority report (2) paul anderson (2) pesadilla despierto (2) robot CITY (2) varios (2) volvere ayer (2) ¿quo vadis? (2) ÁNGELES TUTELARES (2) ..... (1) 03 (1) 2 (1) 2001 (1) 2001 - UNA ODISEA ESPACIAL (1) 2001.una odisea espacal (1) 2001: UNA ODISEA DEL ESPACIO (1) 2010:odisea dos (1) 27/09/2010 (1) 2ª parte de Guardianes del tiempo (1) 30 Días Tenía Septiembre (1) 3ªparte (1) ? (1) A LO MARCIANO (1) A. E. VAN VOGT (1) A. Hyatt Verrill (1) ABUELITO (1) AC (1) ACCIDENTE DE CHERNOBIL (1) ACCIDENTE NUCLEAR (1) ADIÓS (1) ADIÓS VINCENT (1) AGENTE DEL CAOS (1) AGUARDANDO AL AÑO PASADO (1) AGUAS SALOBRES (1) ALFANA Philip K. Dick (1) ALGUIEN ME APRECIA AHÍ ARRIBA (1) ALGUNAS PECULIARIDADES DE LOS OJOS (1) ALMURIC (1) AMANECER EN MERCURIO (1) ANTES DEL EDEN (1) AQUÍ YACE EL WUB (1) ATAQUE DESDE LA CUARTA DIMENSION (1) AUTOMACIÓN (1) AUTOR AUTOR (1) AVERíA (1) Abandonado en Marte (1) Adam Villiers (1) Aguas Profundas (1) Al Estilo Extraterrestre (1) Alan Barclay (1) Alberto Vanasco (1) Alfonso Álvarez Villar (1) Aventura en la Luna (1) Avram Davidson (1) BILL EN EL PLANETA DE LOS 10.000 BARES (1) BILL EN EL PLANETA DE LOS CEREBROS EMBOTELLADOS (1) BILL EN EL PLANETA DE LOS ESCLAVOS ROBOTS (1) BILL EN EL PLANETA DE LOS PLACERES INSIPIDOS (1) BILL EN EL PLANETA DE LOS VAMPIROS ZOMBIS (1) BUENAS NOTICIAS (1) BUENAS NOTICIAS DEL VATICANO (1) BUTTON (1) Barry Longyear (1) Barry N. Malzberg (1) Basilisk (1) Bill. El Final De La Epopeya (1) Brian Daley (1) Bóvedas de acero (1) CABALLEROS PERMANEZCAN SENTADOS (1) CADBURY EL CASTOR QUE FRACASÓ (1) CADENAS DE AIRE TELARAÑAS DE ÉTER (1) CANDY MAN (1) CANTATA (1) CARGO DE SUPLENTE MÁXIMO (1) CHERNOBIL (1) CIBERIADA (1) CIENCIA FICClON (1) CIENCIA-FICCION (1) CIENCIA-FICClON NORTEAMERICANA (1) CLIFFORD D. SIMAK (1) COLONIA (1) COMPRAMOS GENTE (1) CONFESIONES DE UN ARTISTA DE MIERDA (1) CONFUSIÓN EN EL HOSPITAL (1) COSA CERCANA (1) COTO DE CAZA (1) CREADOR .DAVID LAKE. (1) CUAL PLAGA DE LANGOSTA (1) Carol Emshwiller (1) Christopher Anvil (1) Ciencia Ficción (1) Ciencia-Ficción (1) Cleon el emperador (1) Clive Jackson (1) Cordwainer Smith (1) Cosas (1) Crónicas Marcianas (1) Cuerpo de investigación (1) Cuidado (1) Cómo Descubrimos Los Números (1) DANIEL F. GALOUYE (1) DESAJUSTE (1) DESAYUNO EN EL CREPÚSCULO (1) DETRÁS DE LA PUERTA (1) DIMENSIONAJE (1) DR. BLOODMONEY (1) Dan Simmons (1) David R. Bunch (1) Delenda Est (1) Dentro del cometa (1) Descargo de responsabilidad (1) Dominios remotos (1) Donald F. Glut (1) E. B. White (1) EL ABONADO (1) EL AHORCADO (1) EL AMO A MUERTO (1) EL ANDANTE-PARLANTE HOMBRE-SIN-PENA (1) EL ARBOL DE SALIVA (1) EL ARTEFACTO PRECIOSO (1) EL BACILO ROBADO Y OTROS INCIDENTES (1) EL CASO RAUTAVAARA (1) EL CLIENTE PERFECTO (1) EL CONSTRUCTOR (1) EL CRIMEN Y LA GLORIA DEL COMANDANTE SUZDAL (1) EL CUENTO FINAL DE TODOS LOS CUENTOS DE LA ANTOLOGÍA VISIONES PELIGROSAS DE HARLAN ELLISON (1) EL DEDO DEL MONO (1) EL DERECHO A LA MUERTE (1) EL DIA DE LOS CAZADORES (1) EL DÍA QUE EL SR. COMPUTADORA SE CAYÓ DE SU ÁRBOL (1) EL FABRICANTE DE CAPUCHAS (1) EL FLAUTISTA (1) EL GRAN C (1) EL GRAN INCENDIO (1) EL HOMBRE DORADO (1) EL HOMBRE PI (1) EL HURKLE (1) EL HÉROE GALÁCTICO ¡EL FINAL DE LA EPOPEYA! (1) EL JUEGO DE ENDER (1) EL LIBRO SECRETO DE HARAD IV (1) EL MUNDO CONTRA RELOJ (1) EL NUMERO QUE SE HA ALCANZADO (1) EL NÁUFRAGO (1) EL OBSERVADOR (1) EL OCASO DE LOS MITOS (1) EL PACIFISTA (1) EL PADRE-COSA (1) EL PEATÓN (1) EL PLANETA IMPOSIBLE (1) EL SEGUNDO VIAJE A MARTE (1) EL SHA GUIDO G. (1) EL SISTEMA SOLAR INTERIOR (1) EL SONDEADOR DE TUMBAS (1) EL ÍDOLO OSCURO (1) EL ÚLTIMO EXPERTO (1) EN PUERTO MARTE Y SIN HILDA (1) ENERGIA NUCLEAR (1) ESTACION DE TRANSITO (1) ESTACION DE TRANSITO 2ª PARTE (1) ESTACIÓN DE TRANSITO (1) EXILIO (1) Edgar Rice Burroughs (1) Edwin Balmer (1) El Electrobardo de Trurl (1) El Ordenador Encantado y el Papa Androide (1) El Parque de Juegos (1) El Planeta Perdido (1) El Regalo de los Terrestres (1) El Ruido del Trueno (1) El ataque del bebé gigante (1) El año del Rescate (1) El canto del chivo (1) El cuento de navidad de Auggie Wren (1) El efecto entropía (1) El exterminador (1) El fin de la eternidad (1) El gambito de los klingon (1) El pesar de Odín el Godo (1) El robot que quería aprender (1) El valor de ser un rey (1) El verano del cohete (1) El árbol de la vida (1) Encuentro final (1) Espacio oscuro (1) Esta noche se rebelan las estrellas (1) Estrella del mar (1) FABULAS DE ROBOTS PARA NO ROBOTS (1) FANTASÍAS DE LA ERA ATÓMICA (1) FLORES DE CRISTAL (1) FUNDACION 1º (1) Farenheit 451 (1) Fases (1) Floyd L. Wallace (1) Formación de la República (1) Fuego negro (1) GASOLINERA GALACTICA (1) GRUPO GALÁCTICO (1) GUERRA DE ALADOS (1) GUERRA TIBIA (1) GUIA DEL AUTOESTOPISTA GALACTICO (1) Gardner F. Fox (1) George Orwell (1) Guion Blade Runner (1) Guión para Alíen III (1) HEMOS LLEGADO (1) HF (1) HOLA Y ADIÓS (1) Harry Bates (1) Herbert George Wells (1) Historia del hombre que era demasiado perezoso para fracasar (1) Huérfanos de la Hélice (1) HÁGASE LA OSCURIDAD (1) HÉROE GALÁCTICO (1) ICARO DE LAS TINIEBLAS (1) IMPERIOS GALÁCTICOS (1) IMPERIOS GALÁCTICOS I (1) INVISIBILIDAD (1) Invariable (1) J.G.Ballard (1) JACINTO MOLINA (1) Jinetes de la Antorcha (1) John Kippax (1) John R. Pierce (1) Julio Cortázar (1) Kit Reed (1) LA BRUJA DE ABRIL (1) LA CRIBA (1) LA FRUTA EN EL FONDO DEL TAZÓN (1) LA GRANJA EXPERIMENTAL (1) LA LUNA (1) LA MÁSCARA (1) LA NUBE DE LA VIDA (1) LA PAREJA QUE AMABA LA SOLEDAD (1) LA PREGUNTA QUO (1) LA PRUEBA SUPREMA (1) LA RUINA DE LONDRES (1) LA SEGUNDA LEY (1) LA SIRENA (1) LA TIERRA (1) LA VIDA YA NO ES COMO ANTES (1) LARRY NIVEN (1) LAS ARMERÍAS DE ISHER (1) LAS PALABRAS DE GURU (1) LAS TUMBAS DE TIEMPO (1) LAZARUS II (1) LO QUE DICEN LOS MUERTOS (1) LO QUE SUCEDIÓ POR BEBER AGUA (1) LOS CLANES DE LA LUNA (1) LOS HOMBRES METÁLICOS (1) LOS HOMBRES QUE ASESINARON A MAHOMA (1) LOS IMPOSTORES (1) LOS INTERMEDIOS (1) La Fe de nuestros padres (1) La Hormiga Eléctrica (1) La Luz de las Tinieblas (1) La historia de Martín Vilalta (1) La invasión de los hombres de los platillos volantes (1) La isla del Dr. Moreau (1) La máquina del tiempo (1) La última respuesta (1) La única partida en esta ciudad (1) Las Tablas Del Destino (1) Las cascadas de Gibraltar (1) Las corrientes del espacio (1) Los Santos (1) Los crímenes que conmovieron al mundo (1) Los hijos del mañana (1) Los malvados huyen (1) MANUSCRITO ENCONTRADO EN UNA BOTELLA DE CHAMPAGNE (1) MARIDOS (1) MARTE ENMASCARADO (1) MAS ALLÁ DE LAS ESTRELLAS (1) MATRIARCADO (1) MINICUENTOS DE CRONOPIOS (1) MINORITY REPORT (1) MUCHO.MUCHO TIEMPO (1) MUÑECOS CÓSMICOS (1) Mario Levrero (1) Medida de seguridad (1) Miriam Allen de Ford (1) Mucho mucho tiempo (1) Mundos cercanos (1) Murray Leinster (1) NECROLÓGICA (1) NO MIRES ATRÁS (1) NORTEAMERICANA (1) NUESTROS AMIGOS DE FROLIK 8 (1) OH (1) Objetivo la Tierra (1) Octavia E. Butler (1) PAUL NASCHY (1) PLENISOL (1) POST BOMBUM (1) POUL ANDERSON (1) PREMO (1) PROXIMA CENTAURI (1) Pamela Sargent (1) Patrulla del Tiempo (1) Paul W. Fairman (1) Perdido en el banco de memoria (1) Persiguiendo a Bukowski (1) Philip Wylie (1) Phillip K. Dick (1) Polvo mortal (1) Prohibida la entrada (1) R. A. Lafferty (1) RECUERDO A BABILONIA (1) Ray Bradubury (1) Razon (1) Richard Wilson (1) Robert Barr (1) Robert E. Howard (1) Roger Zelazny (1) SACRIFICIO (1) SATURNO (1) SCI-FI SPECIAL - CAMPAÑA PUBLICITARIA (1) SCI-FI SPECIAL.EL CAÑÓN (1) SER UN BLOBEL (1) SFI-FY (1) SIMULACRON-3 (1) SNAKE (1) STEPHEN KING (1) SUPERTOYS LAST ALL SUMMER LONG (1) Sale Saturno (1) Sangre (1) Scifiworld (1) Selección (1) Shakespeare de los monos (1) Si encuentran ustedes este mundo malo deberían ver algunos de los otros (1) Sitges 2011 (1) Solamente Un Eco (1) Soldado no preguntes (1) Stanislaw Lem (1) Star Trek/4 (1) Star Trek/6 (1) Star Trek/7 (1) Starship Troopers (1) Sucedió mañana (1) Sueñan los androides con ovejas eléctricas (1) TANTRA (1) THE THING FROM ANOTHER WORLD (1) TODO VA BIEN (1) TOREO TELEDIRIGIDO (1) TRASPLANTE EXPERIMENTAL (1) Talento (1) Tantras (1) The Best of Jack Vance (1) The Empire Strikes Back (1) Tomás Salvador (1) Treinta Días Tenía Septiembre (1) Tres relatos (1) UN AS DEL AJEDREZ (1) UN AUTOR PRETENDE HABER VISTO A DIOS PERO NO PUEDE EXPLICAR LO QUE HA VISTO. (1) UN TRABAJO SEGURO (1) UNA ODISEA ESPACIAL (1) URSULA K. LEGUIN (1) Un Trozo de Noche (1) Una Princesa De Marte (1) VETERANO DE GUERRA (1) VICTOR HUGO (1) VIERNES (1) VINCENT (1) VINIERON DEL ESPACIO EXTERIOR (1) VOLVERÉ AYER (1) VOTACION JERARQUICA (1) Vance Aandahl (1) Viernes 13 (1) Vivian Ibarra (1) Volumen I de Avatar (1) Volumen II de Avatar (1) Volumen III de Avatar (1) Vonda N. Mclntyre (1) W.G. Wells (1) William Gibson (1) Y la Roca Gritó (1) YO OS SALUDO (1) Yo robot (1) ZAPHOD Y UN TRABAJO SEGURO (1) a.beltran chandler (1) a.e.van vogt (1) alan dean foster (1) alerta (1) alguien me aprecia ahi arriba (1) alien mind (1) alto (1) amanece en mercurio (1) amarillo (1) ambrose bierce (1) amor.i love... (1) andre carneiro (1) antigravedad (1) aprended geometria (1) aprendiz de jedi (1) astronauta (1) atipico (1) autor. autor (1) aventuras (1) ayuda alienigena (1) azael (1) azul (1) babel-17 (1) bajo (1) bautizo (1) biografia (1) blanco (1) borges (1) ciberia (1) ciberpuk (1) ciencia ficcion (1) cirncia ficcion (1) ciudad (1) coeficiente intelectual (1) coleccion (1) comienzo (1) compre jupiter (1) computador (1) constelacion (1) crono (1) cronopolis (1) cuando chocan los mundos (1) cuando la tierra este muerta (1) cumpleaños (1) cómo ocurrió (1) dark vader (1) delfos (1) demonio (1) edward bryant (1) el arbol de la buena muerte (1) el brujo cautivo (1) el color de mas alla del espacio (1) el cuento final (1) el detalle (1) el dia de los trifidos (1) el dragon (1) el experimento (1) el experimento maligno (1) el hacedor de universos (1) el hombre del agujero (1) el hombre mecanico (1) el imperio contra ataca (1) el jardin del tiempo (1) el mundo de satan (1) el pacto de la corona (1) el pasado muerto (1) el pesar de odin el godo (1) el planeta errante (1) el renegado (1) en (1) enterprise (1) eric lavin (1) espacio (1) estraterrestre (1) exiliados al infierno (1) f.valverde torne (1) fantasma (1) fenix brillante (1) fin (1) fred saberhagen (1) fredic brown (1) fritz leibert (1) google (1) gris (1) grupo galactico (1) guardianes del tiempo ii (1) guerras (1) h.p (1) hageland (1) hector g.oesterheld (1) hijo de sangre (1) historia ficcion (1) historias de un futuro projimo (1) humillacion (1) imagenes (1) iq (1) john boorman (1) john e.muller (1) john varley (1) julio de miguel (1) la aventura del asesino metalico (1) la batalla final (1) la calavera (1) la cruzada de liberty (1) la espada oscura (1) la hormiga electrica (1) la jaula (1) la luz (1) la mente alien (1) la morada de la vida (1) la máquina de cazar (1) la oscuridad (1) la piedra de las estrellas (1) la rata de acero inoxidable (1) la telaraña de los romulanos (1) la tumba del astronauta (1) la ultima medicina (1) la ultima pregunta (1) la vision del eden (1) las ruinas circulares (1) lester del rey (1) los hombres de la tierra (1) los hombres metalicos (1) los inmortales (1) ls criba (1) luna de miel en el infierno (1) luz de otro dia (1) marte (1) martin amis (1) moscas (1) niebla.hierba y arena (1) no habra tregua para los reyes (1) noche de verano (1) normal (1) norteamericano (1) novela (1) novela corta (1) novelas (1) ofiuco (1) oraculo (1) original pelicula bladerunner (1) otros (1) ovni (1) paul auster (1) perturbacion solar (1) pesadilla en rojo (1) philip j.farmer (1) planeta prohibido (1) policia 1999´ (1) polis (1) portico (1) postnuclear (1) psifi (1) punto decisivo (1) ratas espaciales (1) recopilador (1) replicantes (1) requiem por un dios mortal (1) retato (1) robin scott (1) robots (1) rojo (1) rusa (1) saliva (1) samuel r. delany (1) segunda fundacion (1) sida (1) slan (1) srar treck (1) stanley weinbaum (1) star trek/8 (1) starcraft (1) tanque comun n.º2 (1) tenefonía móvil (1) terrestre (1) tiempo (1) tragedia en el dark star (1) trangulo (1) una cruz de siglos (1) una galaxia llamada Roma (1) una marciana tonta (1) una odisea marciana (1) vale la pena leerme (1) venganza (1) verde (1) viajeros en el tiempo (1) viajes en el tiempo (1) viajes temporales (1) vih (1) vinieron del espacio esterior (1) vol.1 (1) wallpapers (1) y la roca grito (1) y mañana seran clones (1) yo os saludo.maridos (1) zardoz (1) ¡TIGRE! ¡TIGRE! (1) ¿Dónde están los dioses?busquedas (1) ¿HABRA SIDO UN ANDROIDE? (1) ¿LE IMPORTA A UNA ABEJA? (1) ¿QUIERE USTED ESPERAR? (1) ¿Quién hay ahí? (1) Ábrete a Mí. Hermana Mía (1)

-

GALERIAS/IMAGENES/WALLPAPERS/AVATARS

GALERIA 1 GALERIA 2 GALERIA 3 GALERIA 4 GALERIA 5 GALERIA 6 GALERIA 7 GALERIA 8 GALERIA 9 GALERIA 10 GALERIA 11 GALERIA 12 GALERIA 13 GALERIA 14 GALERIA 15 GALERIA 16 GALERIA 17 GALERIA 18 GALERIA 19 GALERIA 20 GALERIA 21 GALERIA 22 GALERIA 23 GALERIA 24 GALERIA 25 GALERIA 26 GALERIA 27 GALERIA 28 GALERIA 29 GALERIA 30 GALERIA 31 GALERIA 32 GALERIA 33 GALERIA 34 GALERIA 35 GALERIA 36 GALERIA 37 GALERIA 38 GALERIA 39 GALERIA 40 GALERIA 41 GALERIA 42 GALERIA 43 GALERIA 44 GALERIA 45 ENTREVISTA CON EL VAMPIRO

GOTICO

↑ Grab este animador del título

EL MUNDO AVATAR

↑ Grab este animador del título

100 AUTORES

↑ Grab este animador del título

666

↑ Grab este animador del título

A CUERDA Y CUCHILLO

↑ Grab este animador del título

APOCRIFOS-GNOSTICOS

↑ Grab este animador del título

ART-HUMAN-LIGUE

↑ Grab este animador del título

BUSQUEDAS/PETICIONES

↑ Grab este animador del título

CLOUD

↑ Grab este animador del título

DARK BIOGRAFHY

↑ Grab este animador del título

DESDE EL LADO OBSCURO

↑ Grab este animador del título

EL BARDO

↑ Grab este animador del título

EL MUNDO AVATAR 2

↑ Grab este animador del título

EN LOS LIMITES DE LA REALIDAD

↑ Grab este animador del título

HABLANDO

↑ Grab este animador del título

IMAGENES DE CULTO

↑ Grab este animador del título

LA BIBLIOTECA SIGLO XXI

↑ Grab este animador del título

LA ESCUELA DE LA OSCURIDAD

↑ Grab este animador del título

LICENCIAS ,CONDICIONES Y POLITICA DE CONTENIDOS

↑ Grab este animador del título

LINKS - ENLACES

↑ Grab este animador del título

La Vida....vivir con Sida

↑ Grab este animador del título

MADE IN JAPAN // ORIENTE

↑ Grab este animador del título

MITOS Y LEYENDAS

↑ Grab este animador del título

RIMAS , FRASES , CITAS ...

↑ Grab este animador del título

SCI-FI SPECIAL

↑ Grab este animador del título

SIR SNAKE PETER PUNK

↑ Grab este animador del título

SUCESOS

↑ Grab este animador del título

THE DARK-SIDE // LITERATURA // ESCRITOS

↑ Grab este animador del título

TODO AVATARS

↑ Grab este animador del título

UN POCO DE ... " TODO "

↑ Grab este animador del título

UTILIDADES Y "CURIOSIDADES"

↑ Grab este animador del título

EL CUENTACUENTOS

↑ Grab este animador del título

Powered By Blogger

.

¡Gana Dinero con MePagan.com!